La química orgánica se definió originalmente como la química de los compuestos producidos por los seres vivos. Sin embargo, desde que se demostró que los mismos compuestos pueden ser fabricados a partir de materia no viva, se tuvo que redefinir la química orgánica como la química de los compuestos del carbono. Los compuestos orgánicos, además de carbono, contienen hidrógeno y suelen tener oxígeno, nitrógeno y azufre. También puede haber otros elementos como fósforo, flúor, cloro, bromo y yodo. Los compuestos que además contienen metales son estudiados por la química organometálica.